Cali se estremeció con la final de Rockópolis 2025, una noche donde el arte emergente se robó el corazón de todos. Jóvenes artistas dejaron el alma en el escenario, y entre luces, acordes y aplausos, se alzó una nueva voz: la de Cami Ramos, quien conmovió con su canción “Trenzo”. No fue solo una competencia, fue una celebración colectiva de identidad, memoria y resistencia a través de la música.
Rockópolis y la fuerza de lo auténtico
El Auditorio Principal del Centro Cultural Comfandi fue el epicentro de una jornada mágica el pasado viernes 18 de julio. Diez artistas emergentes de Cali compitieron en la final de Rockópolis, un evento que por más de 18 años ha sido semillero y refugio de talentos musicales.
El público no solo fue espectador, sino testigo del compromiso, la sensibilidad y el crecimiento que cada joven plasmó sobre el escenario. Más que un concurso, Rockópolis fue una experiencia transformadora, donde las voces resonaron con historias reales y emociones profundas.
Cami Ramos, conocida también como Camila Ramos, se llevó el primer lugar gracias a “Trenzo”, una interpretación desgarradora con la que homenajeó a su abuela y a quienes han sido parte esencial de su camino artístico. Su presentación, potente y sincera, arrancó lágrimas y ovaciones.

Rockópolis impulsando la diversidad y la resistencia
La noche también reconoció otras dos voces que brillaron por su autenticidad. Chonta Vásquez, en segundo lugar, sorprendió con una puesta en escena firme y decidida. “Soy un campeón y quiero más”, afirmó con orgullo el artista que, más allá del premio, ganó en confianza y proyección.
Manu Tisdale, quien actúa bajo el nombre Júpiter Celeste, ocupó el tercer puesto y conmovió al público por visibilizar desde el arte las realidades de la comunidad LGBTI. “Desde el arte, alzamos la voz como un acto de resistencia y amor propio”, expresó. Su propuesta fue aplaudida por su valentía y su mensaje.
El jurado, conformado por Sara Acero, José Beltrán y Jane Riascos, destacó el nivel de compromiso artístico y social de los finalistas. Cada uno de ellos evaluó no solo el talento, sino el recorrido y evolución de los artistas durante el proceso formativo.
Los premios fueron también una apuesta por la continuidad de los sueños: 5 millones de pesos para el primer lugar, 3 para el segundo y 2 para el tercero. A esto se sumó un regalo invaluable: una Live Session profesional producida por Savanna Estudios para la ganadora, una oportunidad clave para impulsar su carrera.

Rockópolis como motor de transformación juvenil
Rockópolis no es solo un festival: es una plataforma de formación, identidad y comunidad. Bajo la dirección de la Fundación Madame Blue, se ha consolidado como un espacio seguro donde florece el talento juvenil de manera integral.
Sandra Hernández, directora de la fundación, lo expresó con claridad: “Aquí se forman artistas, sí, pero también seres humanos conscientes y empoderados”. Esta visión ha logrado mantener viva la esencia del evento por casi dos décadas.
El evento también contó con la participación de talentos que nacieron en los Nodos Sonoros del Valle, como Karol Morante (Cartago), Jhony Díaz (Roldanillo) y Jazz Ocoró (Tuluá), artistas que hoy son prueba del impacto positivo que Rockópolis ha tenido en la región.
Rockópolis 2025 cerró con una ovación general. Con cada final se cierra un capítulo, pero también se siembra una nueva semilla. Porque Rockópolis es mucho más que una tarima: es un punto de encuentro donde las historias se hacen canción, y donde cada nota tiene el poder de cambiar una vida.
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Director General del ecosistema Digital El Valluno Medios, Docente y Periodista, Maestro Líder formador de Maestros en competencias TIC.