Ozzy Osbourne, la leyenda viviente del heavy metal, falleció este martes a los 76 años, semanas después de su último y emotivo concierto junto a Black Sabbath. Rodeado de su familia y con homenajes de estrellas del rock, el ícono británico se despide dejando un legado imposible de igualar.
Ozzy transformó el metal en una religión.
La mañana del 22 de julio, el mundo del rock amaneció con una noticia que golpeó como un riff potente: Ozzy Osbourne, el legendario vocalista y alma de Black Sabbath, había fallecido a los 76 años. La información fue confirmada por su familia desde Birmingham, su ciudad natal, en un comunicado cargado de dolor: “Estaba con su familia, rodeado de cariño”.
Aunque no se reveló la causa de muerte, su partida ocurrió tan solo semanas después de lo que se convirtió en su show de despedida, el 5 de julio, un evento titulado Back to the Beginning que se llevó a cabo también en Birmingham. La presentación, que reunió a gigantes como Metallica y Queen, recaudó 190 millones de dólares y se coronó como el concierto benéfico más lucrativo de todos los tiempos.
Ozzy, conocido también como el “Príncipe de las Tinieblas”, inició su viaje musical en 1968 al cofundar Black Sabbath, una banda que definió el sonido oscuro, crudo y profundo del heavy metal. Su voz única y su personalidad extravagante lo catapultaron como un ícono global, tanto en grupo como en su carrera en solitario.
El legado de Ozzy está tatuado en el alma del metal.
Las redes sociales se inundaron de tributos para despedir a uno de los ídolos más influyentes del rock. Brian May, guitarrista de Queen, recordó con emoción haber hablado con Ozzy en privado tras el último show y lo describió como “una manera gloriosa de decir adiós”. Por su parte, Ronnie Wood de los Rolling Stones lamentó profundamente la noticia y celebró su despedida en Birmingham como un acto inolvidable.

Black Sabbath rindió su homenaje con una imagen del cantante y el mensaje: “Ozzy para siempre”. Metallica compartió una foto con él y un emoji de corazón roto, mientras que Rod Stewart le dijo adiós con un guiño emotivo: “Te veré allá arriba, mejor tarde que pronto”.
Tom Morello, de Rage Against the Machine, cerró su despedida con una frase poderosa: “Que Dios te bendiga Ozzy”. Así, músicos de generaciones distintas coincidieron en una misma verdad: el legado de Ozzy Osbourne está tatuado en el ADN del metal.

Nacido como John Michael Osbourne el 3 de diciembre de 1948, el joven de Aston que dejó la escuela a los 15 años y pasó por todo tipo de trabajos antes de hallar su destino, se convirtió en una figura inmortal del rock. Fue un pionero, un rebelde, una leyenda y, sobre todo, una voz que nunca se apagará en los oídos de quienes crecieron con su música.
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Director General del ecosistema Digital El Valluno Medios, Docente y Periodista, Maestro Líder formador de Maestros en competencias TIC.